domingo, 12 de enero de 2020

Chiquilín

Primero de Enero

El primero de enero supe de él, porque tras el rico recalentado y una buena desvelada por las celebraciones en familia de la cena de año nuevo, todos nos levantándonos tarde, medio día tal vez y mi perro rasguñaba el zaguán de la casa, yo pensé que tal vez algún perro del vecino había venido a marcar territorio frente a la casa y de ahí no pasó nada.

2 de enero
Luego al siguiente día volví a ver a Bombón, mi perro, rasguñar otra vez el zaguán del casa, decidí salir pero no vi a ningún perro, se me hizo raro porque mi perro cuando algo le llama la atención lo hace notar, es que ya lo había olfateado que estaba ahí cerca, yo hasta entonces no lo había visto.

4 de enero
Este día se decidió en la familia partir la rosca del Día de Reyes en la casa, poco antes de que llegaran todos, fuimos a comprar unas cosas al centro y de regreso a casa mi perro se salió del carro y se fue directo hacia atrás de una capilla, que está al final de la calle, donde por fin pude verlo, era un perro criollo color blanco que se escondía de mi perro, el cual le hizo frente ante sentirse invadido, y el perro tímido que recién veía por primera vez sólo ladró para defenderse de bombón, yo agarré a mi perro y lo metí a la casa.

Pero me dio curiosidad qué hacía un perro ahí, lucía abandonado, desnutrido, con frío, tímido y tenía una mirada triste, fui a verlo otra vez y ahí le tomé una foto:


En ese momento salió una vecina que vive al fondo de la calle, junto a la capilla, yo le pregunté si era su perro, ya que hace tiempo tuvo un perro en ese mismo lugar, pero lo negó y me comentó que desde el primero de enero lo vio y que ahí se quedó, ella pensaba que era una perrita y que "ya se quiere morir". Claro, como si un animal perdido o abandonado quisiera ya morirse. 

Fue entonces que decidí cuidarlo en lo que estuviera en mis manos, en ese momento llagaban mis familiares, los cuales me vieron sacar unas cajas de huevo sin armar que yo saqué de la casa para llevarlas hacia donde el perrito y hacerle una tipo casita al menos para que no pasara frió en las noches. Y como estaba en un una cuchilla que dividía la barda de la calle con la pared trasera de la capilla, algo así pude armarle de manera muy muy provisional:


Luego decidí robarle alguna croquetas a Bombón para que comiera algo la perrita, hasta ese momento yo pensaba que era una perrita, una perrita que estaba perdida o que la habían abandonado ahí.  Las croquetas se las devoró y volví por un poco más para que llenara su estómago, hasta entonces no sabía cuantos días llevaba sin comer algo.

Después me metí a casa a partir la rosca con la familia, yo les comenté que estaba una perrita afuera de casa y que si querían adoptarla y dijeron que no podían porque ya tenían perros y que alguna vez adoptaron a un perro que ya estaba grande y que sus perros lo orillaron a la carretera donde un trailer lo atropelló y murió.

Por la noche cuando ya se habían ido, le llamé a una amiga que es protectora de animales, la cual le conté a detalle de la perrita que había encontrado afuera de la casa, la cual me apoyó en todo momento para poder ayudar al animalito, seguí puntualmente el protocolo de mascotas perdidas. Esa misma noche hacía mucho frió, el descenso de la temperatura me angustiaba porque yo y mi perro en casa, en una habitación, en una cama con cobertor abrigador no sufríamos de frío y la perrita afuera con mucho frío y apenas unas cajas de cartón la resguardaban. Así pasó una noche más en la calle, fuera de su hogar, su familia...


5 de enero

Este día me tocó hacer deberes en la casa y por la mañana fui a verla para ver cómo había pasado la noche y noté que no salía de ese pequeño espacio donde se refugiaba, atrás de la capilla, le dí mas croquetas y agua, mientras salí al mercado a comprar algunas cosas:




 De regreso a casa noté que el vecino, hermana de la vecina que dijo: "ya se quiere morir", estaba barriendo afuera de su casa y que ya había puesto una barrera metálica justo en la cuchilla donde estaba la perrita, yo inocentemente me asomé pensando que la había puesto para la perrita, pero nooo, el vecino literalmente la corrió de ahí y la movió al otro lado de la capilla, yo me molesté por la poca sensibilidad con que lo hizo, pero no podía reclamarle porque era su espacio, su banqueta y el que siempre limpiaba esa parte.  Aún así le dije que yo estaba procurando a la perrita, el vecino me argumentó que hace tiempo adoptó a una perra, llamada Beba, la cual se quedaba en esa misma cuchilla y que lo endrogó varias veces porque mordía a la gente, de eso sí me enteré y la perra Beba nunca me mordió porque sabía que vivía a lado.

Ahora con la perrita desalojada de esa cuchilla atrás de la capilla, ahora estaba del otro lado de la misma, del costado izquierdo, mi madre me comentó que estaba segura que se iba a quedar en la casa, es decir, que yo lo adoptara, le dije que ganas no me faltaban pero que sería una nueva responsabilidad que yo no podía asumir ya que apenas puedo con mi perro como para tener una nueva responsabilidad, un ser vivo a tu cargo, no puedo.

Pero también tenía muchas ganas de meterla a la casa, para que no pasara frío en las heladas noches, esa ocasión recuerdo que amanecimos a tres grados centígrados, yo quería que la perrita no pasara frío y cuidarla lo más que pudiera, pero sabía muy bien que sí la metía a la casa, iba a significar de manera simbólica que ya se iba a quedar aquí para siempre, por eso no decidí meterla.  Sin embargo podía hacer más para hacer más amena su estancia afuera en la calle.

Decidí buscar una cama vieja de mi perro que tenía en la bodega, fui por la misma y se la puse a la perrita.  la cual aceptó muy alegre y agradecida, aquí un foto de cuando se instaló en la cama vieja de bombón, la cual sólo se paraba de la cama para comer las croquetas que le llevaba



Mi amiga, la que es protectora, me comentó de un veterinario que iba a domicilio a ver a sus perros y sus gatos, yo igual quería que el mismo veterinario viniera a ver a la perrita, porque la veía en los huesos y enferma, no sabía hasta entonces cuantos días llevaba abandonada o perdida. Mi amiga me pasó el número del veterinario para comentarle de la perrita y que pudiera venir a verla, para tener al menos un diagnóstico de su salud, yo le llamé y me presenté ante el Doctor, le dije que llamaba de parte de mi amiga protectora y le comencé a dar detalles que ya ustedes saben por lo que he redactado en estas líneas, el doctor me dijo que con gusto iba a casa pero que le diera chance porque lo había agarrado a mitad de una operación, ups, yo no sabía que estaba operando, él me dijo que le enviara la ubicación de mi casa para que al día siguiente fuera y así fue como cerró ese día, aunque una noche más de frío, noches frías de enero.

6 de enero

Día de Los Reyes Magos, aunque ningún niño estaba en la calle jugando, porque ahora todos reciben tabletas y videojuegos, en mis tiempos abarrotábamos la calle todos los niños de la cuadra, presumiendo juguetes y jugando con lo que nos habían traído los Reyes Magos.  El perrito desayunó croquetas de Bombón muy gustoso, mientras se calentaba con los rayos del sol de esa mañana.



El Veterinario había quedado de venir a las 9 de la mañana, yo desde las 8 am ya estaba esperándolo, pero por diversas actividades, el mismo se retraso y yo tuve que salir a hacer unas cosas y le avisé que hasta las cuatro de la tarde a casa. Fue a las cuatro y media de la tarde que llegó y pude recibirlo afuera de la casa, lo conduje a un costado de la capilla donde estaba la perrita y lo primero que me dijo es, no es perrita, es perrito.

Yo pensando que era una perrita porque la vecina que dijo que la perrita: ya se quiere morir, me comentó el primer día que lo vi, que era una perrita, pero siempre fue un perrito. El Veterinario lo comenzó a observar y tocar para ganarse su confianza pero el perro se mostraba un poco hostil porque un extraño se acercaba a su espacio donde vivía, yo saqué unos guantes de carnaza para poderlo agarrar pero el perrito quería morder, lo entendí porque él sólo trataba de defenderse ante una agresión.


Saqué más croquetas de Bombón, para que el veterinario le diera una pastilla desparasitante, la cual se la puso en las croquetas y se las comió, luego con un lazo armó como un bozal para que poder suministrarle dos inyecciones, un piquete de dosis de inmunoestimulante y otro de Complejo B reforzado para que tuviera vitaminas en su organismo, costó algo de trabajo porque el perrito se trataba de defender pero finalmente entre los dos se logró.





El veterinario me dijo que el perro lo observaba bien sólo que le notó al igual que yo que cojeaba un poco de una pata trasera, tal vez le habían pegado, lo pudieron haber mordido o se lastimó con algo, pero que de ahí en fuera lo veía bien, que con lo que había suministrado y con alimento se iba a reponer en pocos días, ah y un buen baño me sugirió, yo le comenté que no podía quedármelo porque ya tenía un perro y que apenas podía con él como para adquirir una nueva responsabilidad, es por eso que había decidido procurarlo mientras le buscaba un hogar digno y una familia que lo adoptara. Quedamos en una próxima visita para que pudiera esterilizarlo, el veterinario se fue con ese compromiso, yo le agradecí mucho y le pagué lo acordado por haber venido desde la Ciudad de México hasta la casa.

Esa misma noche le platiqué a mi amiga protectora estos detalles de la visita del Doctor con el perrito y que me ayudara a buscarle un hogar entre sus contactos, ella me sugirió una foto del perrito para hacer un post en Facebook y poder difundirlo, salí de casa para verlo y le tomé esta foto que sirvió para buscarle un hogar al perrito, del cual aún no sabía su nombre.


Esa misma noche tuve que regresar a CDMX por lo que le dejé comida y agua para que pasara la noche y el día siguiente mientras yo regresaba por la noche a verlo nuevamente.

7 de enero

De regreso a casa por la noche me fui a verlo y estaba echado en su cama, no salía de ahí, no sé si le gustó mucho esa cama o vivía con el temor de que alguien pudiera hacerle daño y por eso no salía de ese espacio. Yo le calenté una torta de milanesa, la cual se comió con mucho apetito:


Noté que la noche iba a ser muy fría y que el perrito se pudiera enfermar por pasar varias noches en la calle con frío, me metí a buscar algo más que pudiera taparle del frío y no pasara una noche tan helada, esto fue lo que pude conseguirle, el cual agradeció mucho.


8 de enero
Un día más en la búsqueda de familia para el perrito, ya iban cediendo los fríos por la noche, sin embargo yo notaba al perrito triste y que se la pasaba todo el tiempo durmiendo en su cama, no salía de ahí, sólo a tomar el sol un rato, así fue como lo vi cuando regresé de dejar el carro en el taller, lo saludé y fui a dejarle alimento el cual comió con gusto: 


Sin embargo decidí un paso más por el perrito y decidí subir un post en mi perfil de Facebook, contando brevemente la historia del perrito y que estaba en busca de un digno hogar y una familia que lo cuidara y lo quisiera, más o menos así: 


El post fue compartido múltiples ocasiones entre mis amigos y en diversos grupos, así fue como me fui a dormir, pensando que tal vez muy pronto la situación del perrito iba a cambiar, así lo sentía yo, no estaba nada equivocado.

9 de enero
Como milagro de navidad atrasado, este día salí a darle de desayunar y perrito salió, sí, salió muy contento de su cama a abrazarme, yo lo interprete como una muestra de agradecimiento por las atenciones que le había estado brindando estos días y se comió muy gustoso sus croquetas.  





Y el milagro de navidad llegó, mi amiga protectora me escribió un mensaje para decirme que la había contactado una persona que había visto el post del perrito, era su dueño, porque él también lo estaba buscando desde hace varios días y mostraba unas fotos que eran idénticas al perrito, esta persona me contactó por mensaje esa misma mañana y nos pasamos nuestros números, procedió a llamarme para decirme características del perrito, entre ellas que tenía una pata trasera mal, porque a veces cojeaba un poco. Me dijo en donde se había extraviado el perrito y eso fue muy cerca de mi casa, por lo que estaba muy seguro que sí era su dueño.

Yo no cabía de la felicidad de saber que ya había encontrado a su dueño y también pude conocer su nombre, se llama Chiquilín, se había perdido desde el primero de enero porque estaba la puerta abierta, se salió de su casa y llegó hasta este lugar. Su dueño que me llamó me dijo que ese mismo día iría por Chiquilín a recogerlo, pero que llegaba más tarde porque estaba trabajando y que se desocupaba por la noche. En eso quedamos, el milagro se estaba cumpliendo, Chiquilin tenía familia, estaba extraviado y ya había aparecido por fin su dueño, gracias al buen uso de las redes sociales que ayudaron mucho en la difusión.

Toda la tarde estaba constantemente saliendo a verlo para decirle con mucho ánimo:

-¡ Chiquilín, alegráte, ya te encontró tu dueño, al rato viene por ti!!!!

- ¡Chiquilín, amigo, ya no vas a pasar noches de frío, esta noche dormirás en tu casa!!

-¡Chiquilín. no te desesperes, ya no tardan en venir por ti, espera un ratito más!! 

Y el momento esperado llegó, por fin, recibí una llamada de su dueño a las 9:30 de la noche, para decirme por donde entrar a la calle y darle las características de mi casa, me comentó que ya estaba llegando, salí lo más pronto y lo primero que vi fue a su dueño y el perro abrazados muy contentos. 



Su dueño estaba muy contento de haber encontrado a  su perro, después de varios días estar extraviado y sin saber donde se encontraba y cómo se encontraba. Me agradeció todas las atenciones que tuvo Chiquilín en estos días, yo le comenté a su dueño que fue hasta el dia cuatro de enero cuando lo vi por primera vez y que a partir de ahí pude cuidarlo con lo que estaba en mis manos y eso era darle alimento, agua, una cama vieja, cobija y una teja para que se cubriera del frío, le comenté además que vino un veterinario a verlo para desparasitarlo y darle vitaminas.

El dueño vino en compañía de su madre, la cual me quiso pagar los gastos realizados, yo no acepté los 500 pesos que me ofrecía porque lo que hice, lo hice de corazón, me nació ayudar a Chiquilín en lo que podía, lo que estaba en mis manos hacer y al verlo abandonado, me dediqué también a buscarle una familia, pero por fortuna hoy Chiquilín está con su familia.

Quiero agradecer a todas las personas que me ayudaron a compartir el post de Chiquilín, a mi amiga protectora por ayudarme y orientarme, por pasarme el número del veterinario que va a casa, por guiarme en el protocolo de mascotas perdidas, todo eso valió mucho para que hoy Chiquilín esté nuevamente en su casa, me siento muy contento, muy feliz y satisfecho de haber hecho lo correcto.

Ojalá todos los perritos extraviados tengan el mismo final. 

Volver a su hogar, con su familia.

Pensé en mi bombón, que hubiese pasado si el fuera el que se hubiese extraviado y yo sin saber nada de él, no sé que haría, por eso es bueno ayudar a los perritos que deambulan en la calle, no sabes que destino están sorteando, tal vez fueron abandonados o están perdidos y están buscando como volver a casa.


Este inicio de año me deja una gran lección muy satisfactoria de haber hecho lo correcto.  

Chiquilín, cuídate mucho ya no te salgas de tu casa, hasta siempre amigo, disfruta tu familia.










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